Un problema más se le avecina a la patrona de Regimen en la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, si no participa rápido para frenar y ofrecer momento a las autoridades que corresponden de la comercialización de plazas de base con la supuesta bendición y autorización del jefe del Sindicato exclusivo de Trabajadores de la CDMX (SUTGCDMX)
Nos platican que, “con el observado bueno” del jefe sindical, Aarón Ortega Villa, en las esferas más cercanas de su equipo hay toda una práctica de ilícitas actividades que se creía habían desaparecido por eso de la honestidad, de comercialización de plazas que, bajo engaños, simulaciones y toda clase de mentiras, se siguen ofrendando a trabajadores ocasionales, a desempleados y a gente que requiere un ascenso en el escalafón gremial y todo bajo una sencilla oración: “Yo te puedo auxiliar, no te preocupes”.
Resulta que a nombre del SUTGCDMX, Alejandra Aguilar, de esta forma se muestra, es la punta de la madeja de todo un esquema de extorsión y se comenta “privilegiada” como trabajadora sindical, puesto que sus precedentes y prebendas laborales las obtuvo debido a el apoyo de su madre -en otra entrega le daremos más datos al respecto- y con aquel apoyo alcanzó la plaza que ocupa en la actualidad como trabajadora en la Alcaldía Venustiano Carranza, adscrita al área de la Vivienda del Maduro Más grande -eso dice la defraudadora profesional- y con el cambio en la dirigencia sindical, ahora es trabajadora comisionada al sindicato aludido, a partir de donde -al parecer- ha aprovechado realmente bien dicha postura para vender las plazas hasta en 57 mil pesos, amparándose en que tiene “los contactos” y con dicha línea de acción dice, a quien quiera oír sus ofertas, que “las plazas continuamente se han vendido” y las porciones que solicita son para darle lo que corresponde al “líder”.
Es tanta la necesidad de la población por disponer de un trabajo seguro, que rápido caen en las redes del dadivoso discurso que da seguridad gremial y con la certeza de que “los nuevos trabajadores” van a tener, a los 6 meses y un día, vacaciones, derecho a aguinaldo y muchas otras prestaciones.
“Ustedes lo saben -les dice a sus necesitados interlocutores- en este trato no hay ningún contrato o archivo firmado, todo es bajo palabra”, y de esta forma con aquel anzuelo, propio de los profesionales en esta clase de fraudes, y como para no dejar huella del delito, exige que para garantizar la supuesta comercialización de la plaza ofrecida, con niveles que van de 11 a 16; el depósito del dinero requerido se realice en cuentas que no son de ella sino de los propios defraudados, con el argumento de que la ayuden ya que “tuve un problema en mi cuenta bancaria y urge apartar la plaza”; les exige su tarjeta y el NIP que corresponde, para proceder a sustraer el efectivo.
Alejandra Aguilar, o como sea el nombre real de la supuesta comisionada sindical, no duda en mencionar que “extravió” su credencial de elector y solo lo que muestra a forma de identificación es una licencia de conducir que data de diversos años atrás y se ve más falsa que un billete de 15 pesos.
Y vaya que le sabe al comercio, Doña Alejandra, o como se llame, presume varias plazas involucradas y, por lo cual se ve, la estafa procede de hace tiempo, por lo cual no estaría mal que, verbigracia,a partir del legislativo local, la fiscalía general de la CDMX o el Ejecutivo capitalino, a esta supuesta trabajadora comisionada en el SUTGCDMX, se le investigue, debido a que con un sueldo de 15 mil pesos mensuales se da el lujo de tener y vivir en una residencia en la Alcaldía Iztapalapa y presumir que tiene además un restaurante en la avenida Álvaro Obregón; que cuenta con viviendas y terrenos en Malinalco, Estado de México, adonde se va a dormir los objetivos de semana y por si esto fuera poco, nada más para su transporte diario, usa un Audi de 2 plazas, con interiores en piel color hueso y una camioneta con costo mayor a los 700 mil pesos; por lo cual cabe la pregunta “quien pompó”.