junio 11, 2024

El líder de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, afirmó este martes que no puede haber «ni una piedad» para los asesinos de la hija de un ideólogo ultranacionalista pro-Kremlin, Daria Dugina, que falleció en un atentado y cuyos funerales juntaron a centenares de individuos en Moscú.

«Ha sido un crimen bárbaro para el que no habrá disculpas (…) No habrá piedad para los organizadores, los patrocinadores y los ejecutores», comentó Lavrov en una conferencia de prensa.

Los servicios de estabilidad rusos acusan al servicio secreto ucraniano de estar detrás del atentado, empero Ucrania rehúsa cualquier implicación en el deceso de Dugina.

Alexander Dugin, un protector de la invasión de Ucrania que dice ser cercano al mandatario ruso Vladimir Putin, podría haber sido el blanco intencional del ataque que asesinó a su hija de 29 años, según variantes de prensa.

En el sepelio, los dolientes, varios de ellos con flores, ofrecieron sus respetos a Dugina en un salón del centro Ostankino TV de Moscú, donde un retrato suyo en blanco y negro se colocó sobre su féretro abierto.

Dugin y su mujer, los dos vestidos de negro, se sentaron junto al ataúd de su hija.

«Ella falleció por el poblado, por Rusia, en el frente. El frente es aquí», manifestó Duguin inicialmente de la ceremonia.

«En medio de las primeras palabras que le enseñamos de infante estaban, desde luego, ‘Rusia’, ‘nuestro poder’, ‘nuestro poblado’, ‘nuestro imperio'», comentó Dugin, conteniendo las lágrimas.

Dugina falleció el sábado al estallar una bomba instalada en su transporte a medida que conducía en una autopista en las afueras de Moscú.

La poderosa agencia de estabilidad del FSB de Rusia mencionó el lunes que había resuelto el crimen –solo 2 días luego de que ocurrió– señalando a una dama ucraniana como la agresor de Dugina.

Conforme el FSB, entre otras cosas, dicha dama había rentado un apartamento en la construcción donde vivía Dugina y había ido el sábado a un festival cultural en el que además estaba presente la periodista y politóloga.

«No tengo ni una duda de que los rusos investigarán esto. Tampoco tengo ni una duda de que los rusos presentarán ciertas conclusiones», comentó el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price.

Duguin, de 60 años, se entregó a conocer en los años 1990 en el caos intelectual que nació tras la separación de la Alianza Soviética.

Fue un disidente anticomunista en los últimos años de la Alianza Soviética (URSS).

El intelectual de frondosa barba y aires de profeta garantiza tener predominación ideológica sobre Putin.

El gobernante ruso se ha vuelto cada vez más hostil hacia Occidente y ciertos piensan que Duguin tiene algo de responsabilidad en esto, llamándolo el «Rasputín de Putin o «el cerebro de Putin».

Putin jamás lo secundó públicamente, sin embargo el lunes el Kremlin publicó un mensaje de pésame del mandatario, en el que denunció el «vil crimen» que asesinó a Dugina.

Duguina además era una figura mediática en televisiones pro-Kremlin, como Russia Today y Tsargrad.