mayo 28, 2024

El expresidente de la Reserva Federal estadounidense, Ben S. Bernanke, que prestó sus entendimiento académicos sobre la Enorme Depresión para laborar en la reactivación de la economía de Estados Unidos tras la crisis financiera de 2007 y 2008, triunfó este lunes el Nobel de Economía junto con otros 2 economistas afincados en USA por su trabajo sobre los efectos de los colapsos bancarios.

Ben S. Bernanke, Douglas W. Diamond y Philip H. Dybvig fueron ubicados por enseñar en su trabajo “por qué eludir el colapso de los bancos es vital”, señaló la Real Academia Sueca de Ciencias al anunciar el premio en Estocolmo.

Con sus hallazgos de principios de los años 80, los premiados sentaron las bases para la regulación de mercados financieros y administración de crisis financieras, indicó la junta.

Bernanke, de 68 años y que ahora está en la Brookings Institution de Washington, estudió la Enorme Depresión de los años 30, que mostraba el riesgo del pánico bancario, una vez que los ahorradores asustados retiran sus depósitos de manera masiva.

Diamond, de 68 años y que labora en la Universidad de Chicago, y Dybvig, de 67 años y experto de la Universidad de Washington en San Luis, mostraron cómo las garantías gubernamental sobre los depósitos tienen la posibilidad de eludir que una crisis financiera se salga de control.

“La perspicacia de los laureados ha mejorado nuestra capacidad para eludir tanto las crisis graves como los rescates costosos”, mencionó Tore Ellingsen, mandatario del Comité para el Premio en Ciencias Económicas.

Su averiguación cobró trascendencia en el planeta real una vez que los inversionistas sumieron en el pánico el sistema financiero a lo extenso de el otoño de 2008.

Bernanke, entonces líder de la Fed, hizo equipo con el Departamento del Tesoro estadounidense para reforzar a los enormes bancos y aliviar una falta de crédito, la savia de la economía.

Disminuyó a cero las tasas de interés de corto plazo, dirigió las adquisiciones en la Fed de bonos del Tesoro e hipotecas y estableció programas de préstamo sin antecedentes. En términos generales, aquellas medidas calmaron a los inversionistas y fortalecieron a los monumentales bancos.

Además impulsaron las tasas de interés de largo plazo a mínimos históricos y ocasionaron duras críticas contra Bernanke, en especial de ciertos aspirantes republicanos a la presidencia estadounidense en 2012, sobre que la Fed estaba erosionando el costo del dólar y corría el peligro de ocasionar inflación después.

Las actividades de la Fed bajo el mando de Bernanke ampliaron la autoridad del banco central en territorio desconocido. No pudieron impedir la recesión más extensa y dolorosa a partir de la década de 1930. Sin embargo en retrospectiva, se reconoce a las ocupaciones de la Fed el haber rescatado el sistema bancario y evitado otra depresión.

Y la Fed de Bernanke estableció un antecedente para que el banco central respondiera con velocidad y contundencia a los sobresaltos económicos.

Una vez que el coronavirus golpeó la economía de Estados Unidos a inicios de 2020, la Fed, bajo el mando de Jerome Powell, se apresuró a reinstaurar las tasas de interés a cero e inyectó dinero en el sistema financiero. La agresiva mediación, acompañada de un monumental gasto gubernamental, cortó con velocidad la desaceleración y entregó pie a un profundo reconocimiento económico.

Empero la inmediata recuperación poseía un coste: la inflación inició a subir con velocidad el año pasado y ahora está alrededor de máximos de 40 años, lo cual ha obligado a la organización a modificar de rumbo y subir las tasas para enfriar la economía. Bancos centrales de todo el planeta toman medidas semejantes acorde la inflación erosiona la función de gasto de los clientes.

El Nobel de Economía incluye un premio en metálico de 10 millones de coronas suecas (casi 900 mil dólares) y se entregará el 10 de diciembre.

A diferencia de otros premios, el de economía no quedó predeterminado en el testamento de Alfred Nobel en 1895, sino por el banco central sueco en su memoria. El primer ganador ha sido escogido en 1969.

El Nobel de Economia del año pasado ha sido repartido. David Card recibió la mitad por su averiguación referente a cómo están afectando al mercado gremial el sueldo mínimo, la inmigración y la enseñanza. La otra mitad ha sido para Joshua Angrist y Guido Imbens por plantear cómo aprender preguntas que no encajan con facilidad en los procedimientos científicos clásicos.