mayo 28, 2024

A lo largo de la madrugada de este día se detectó, en la Ciudad de México, un punto de encuentro con cerca de 500 personas que se organizaban para abordar 17 camiones y de 20 taxis destinados a transportarse a la planta de la cooperativa de La Cruz Azul en Tula de Allende, Hidalgo, para, justamente, tomarla de forma violenta.

Los aliados cooperativistas de La Cruz Azul y el conjunto que administra la planta informaron que tras la participación de la policía del estado, además de corporaciones municipales y federales, el conjunto ha sido contenido previo a llegar a la planta, lo que, consideraron, evitó «un nuevo baño de sangre».

El pasado 27 de abril, además de madrugada, se registró un combate en las instalaciones de la cementera en Tula luego de que convoyes de autobuses de la CDMX y el Estado de México llegaron para apropiarse de ella. Hubo detonaciones de armas de fuego e incendio de vehículos; el saldo ha sido de 8 trabajadores muertos.

anteriormente, el 15 de diciembre, un conjunto intentó tomar las instalaciones, con apoyo de un actuario y en una operación en la que, en aquel instante, participaron con apoyo recursos de la Secretaría de Estabilidad Pública estatal (SSPH), lo que resultó en otro combate, ya que los aliados defendieron la cementera y se atrincheran dentro.

Dichos episodios se tienen que a la confrontación entre 2 corrientes internas que disputan el control directivo de la Cruz Azul. Uno encabezado por los exdirectivos José Antonio Marín y Víctor Velázquez; el otro, por Federico Sanabria Pozo, que en la actualidad tiene la posesión del inmueble.

Ambos se culpan mutuamente de la autoría intelectual de los ataques.

Por medio de un reportado, el conjunto de Sanabria indicó que hacía causantes «de cualquier embestida en oposición a nuestras propias instalaciones, en oposición a la totalidad física de aliados cooperativistas, trabajadores y sus familias, así como de los vecinos de las sociedades aledañas», a los personajes con los que está confrontado por el control directivo, «quienes hoy demostraron que permanecen desesperados y dispuestos a eso que sea con tal de posesionarse a la mala de la planta».

Luego de los 8 muertos en el combate de abril, el gobernador Omar Fayad Meneses comentó que instancias del Poder Ejecutivo intervendrían para conciliar en medio de las piezas.

Los cooperativistas reiteraron la solicitud tanto a Fayad, como al gobernador electo Julio Menchaca, al comandante de la Guardia Nacional, general Luis Rodríguez Bucio, y al mandatario municipal de Tula, Manuel Hernández Badillo, para conservar la existencia de los cuerpos de estabilidad en alerta máxima frente a la probabilidad de una totalmente nueva acometida.

Asimismo, solicitaron a las autoridades seguir con las averiguaciones que corresponden y continuar la ruta del dinero.

«únicamente con millonarios recursos es viable llevar a cabo una movilización de esta intensidad, usando a los agresores como carne de cañón para saciar los intereses de conjunto», acusó la directiva liderada por Sanabria.