junio 11, 2024

Al participar en el seminario virtual COVID-19: Vigilancia epidemiológica y utilización de pruebas de diagnóstico, organizado por el INSP, señaló que a lo largo de las diferentes fases de la epidemia han proliferado opiniones y comentarios en torno al aumento el número de pruebas diagnósticas en México.

Sin embargo, ha estado ausente la discusión sobre las diferentes pruebas que existen, el objetivo de su aplicación, su calidad y, especialmente, su capacidad para diferenciar a las personas sanas de las enfermas, así como los costos económicos derivados de los errores en diagnóstico y, sobre todo, la utilidad de la aplicación para guiar las decisiones en salud.

Alomía Zegarra subrayó que la Secretaría de Salud actualmente utiliza pruebas basadas en biología molecular (PCR), ya que por su especificidad y sensibilidad son las más adecuadas para modelos de vigilancia epidemiológica y diagnóstico de pacientes.

Al respecto, indicó que el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) solo usa y recomienda dicho tipo de pruebas, las cuales ha distribuido en los 31 laboratorios de la Red Nacional de Laboratorios de Salud Pública (RNLSP) para diagnóstico y vigilancia epidemiológica de COVID-19; no obstante, no descarta la utilización de las pruebas serológicas en el ámbito privado y en el campo de la investigación.

A su vez, la secretaria de Salud de la Ciudad de México, Oliva López Arellano, destacó que las pruebas para detección de COVID-19 fortalecen la vigilancia epidemiológica integral y deben combinarse con otras estrategias para mejorar su utilidad. Para garantizar el monitoreo, detalló que el gobierno de la ciudad creó el Programa de Detección, Protección y Resguardo de casos COVID-19, que contempla incrementar la aplicación de pruebas diarias, así como el seguimiento de casos reportados al 51515 y a Locatel, con el fin de brindar la atención necesaria a quien lo requiera. 

El asesor internacional en Emergencias de Salud de las organizaciones Panamericana y Mundial de la Salud (OPS/OMS), Jean Marc Gabastou, señaló que la OMS no recomienda pruebas masivas a personas asintomáticas, sino pruebas a personas que se ajustan a una definición de caso.

El control debe iniciar en el punto de origen, dijo, identificando a las personas con sospecha de contagio para evitar la diseminación y brotes en sitios de alto riesgo, como la central de abastos, asilos de adultos mayores y albergues de migrantes.

Finalmente, el asesor en Epidemiología de Enfermedades con Potencial Epidémico y coordinador de Influenza de la OPS/OMS, Andrea Vicari, indicó que los objetivos de vigilancia de COVID-19 son: permitir la detección rápida y el aislamiento. Asimismo, aseguró que, además de las pruebas, existen otros indicadores potenciales para conocer la transmisibilidad, gravedad e impacto de esta enfermedad, como las hospitalizaciones, los casos en unidades de cuidados intensivos, el exceso de mortalidad por neumonía, entre otros.