En el 3T21, Monterrey, CDMX, Querétaro, Tijuana y Guadalajara reportaron una absorción neta equivalente a 13 veces el Estadio Azteca.
La crisis mundial por la escasez de semiconductores, también conocidos como chips, para la producción de electrónicos, electrodomésticos y vehículos, a causa de la suspensión de operaciones en fábricas y puertos en Asia por la pandemia del coronavirus desde finales del 2020, aceleró la demanda de naves industriales en México, afirmó la consultora inmobiliaria Newmark.
De acuerdo con datos de la firma, en el tercer trimestre de este año Monterrey, Ciudad de México, Querétaro, Tijuana y Guadalajara reportaron en conjunto una absorción neta de 850 mil metros cuadrados (m2) de naves industriales, lo que equivale a 13 veces el tamaño del Estadio Azteca.
“Esta coyuntura ha reavivado la preocupación de algunos países europeos y americanos de (romper) la dependencia de mercados asiáticos (…) aun cuando se sabe que la instalación de una planta de producción de chips puede requerir de hasta tres años para su funcionamiento, México se constituye en un mercado atractivo para las inversiones de empresas extranjeras que deseen hacer microprocesadores”, advirtió Sergio Pérez, director ejecutivo de Servicios Corporativos Globales de Newmark.
Al respecto, Paulina Aguilar, cofounder y country director de Mundi, una fintech dedicada al factoraje, advirtió que México juega un papel importante el nearshoring, un modelo en el cual una empresa transfiere sus procesos de negocio o de tecnología a otros destinos, con el fin de reducir costos.
En este caso particular, México, debido a su cercanía con Estados Unidos, puede ofrecer una reducción del 75 por ciento de tiempo logístico con sus vecinos del norte, así como husos horarios y legislaciones laborales y comerciales compartidas y alineadas al T-MEC, destacó Aguilar.
En México se han asentado firmas de origen chino como ZTE, Huawei, Xiaomi, Lenovo, Henan Kelong, Hisense, Sanhua y Johnson Electric.
Además, a finales de septiembre, Estados Unidos y México iniciaron conversaciones sobre la coproducción de semiconductores entre ambos países.
De acuerdo con el director ejecutivo de Servicios Corporativos Globales de Newmark, la pandemia destapó una demanda exponencial de equipos electrónicos por el home office, lo que dificultó a su vez la distribución y logística para fabricar estos dispositivos, por lo que muchas empresas revalúan sus inversiones y localizaciones ante esta crisis.
Además, este problema ha afectado al sector automotriz en México que espera que el nivel de producción de vehículos este año sea similar al de 2020, debido a la escasez mundial de semiconductores que provocó que las armadoras funcionaran a poco más del 50 por ciento de su capacidad en agosto.
El mes pasado, México produjo un 21 por ciento menos de vehículos que el año anterior, cuando la producción ya era más baja de lo habitual debido a la pandemia.
Actualmente, Taiwán y Corea concentran el 83 por ciento de la producción mundial de chips para procesadores y el 70 por ciento de la manufactura de semiconductores de memoria, con firmas como TSCM y Samsung. El resto del mercado pertenece a Estados Unidos con las empresas como Intel y Qualcomm, de acuerdo con datos de la financiera TS Lombard.
Fuente: El Financiero