El mandatario estadounidense, Joe Biden, manifestó ayer el estado de “desastre natural” frente a las inundaciones que han azotado el estado de Kentucky, que ya dejaron 16 muertos y decenas de una cantidad enorme de desplazados, cifras que se teme maximicen frente a la continuidad de los aguaceros, en una de las peores tragedias meteorológicas registradas en la historia de la región, fenómeno que el jefe atribuyó al calentamiento global.
Biden movilizó refuerzos federales para auxiliar a las regiones dañadas por la tormenta, las inundaciones, los deslizamientos terrestres y los ríos de lodo.
Las lluvias torrenciales se abatieron sobre el este de Kentucky convirtiendo varias carreteras en ríos y obligando a los pobladores a resguardarse en los tejados de sus viviendas a medida que esperaban ayuda.
El gobernador Andy Beshear comentó a CNN que se espera que haya más muertes y aseguró que “cientos de individuos lo han perdido todo y tardarán por lo menos un año en reconstruir”.
En Irán, un total de 53 personas fallecieron y otros 25 desaparecieron gracias a las actuales lluvias torrenciales, informó la Media Luna Roja en la país asiática. Las inundaciones repentinas en la provincia sureña de Fars mataron ayer a al menos 22 personas y perjudicaron una decena de aldeas.
Autorizan carretera en la Amazonia de Brasil
En una elección que los detractores han calificado de peligrosa, el regimen brasileños concedió un permiso ambiental preliminar para la pavimentación de una carretera terrestres que atraviesa una de las regiones más preservadas de la selva amazónica.
La carretera famosa como BR-319 tiene unos 900 kilómetros de longitud y es la exclusiva que conecta a Manaus, de 2.2 millones de pobladores, con centros urbanos al sur de la nación.