Mientras la mayor parte de las personas soluciona el tema de las fotos con el móvil, hay otras que preferirían comprarse una buena cámara. ¿Son mejores que las del móvil? Sí, y la calidad es realmente muy superior. ¿Pero con qué criterio elegirla?
“Si se trata de una persona que toma fotos por hobby y quiere experimentar más en el área de la Fotografía, le recomendaría sí o sí que adquiriera una cámara que luego pueda ir ampliando”, dice Stefan Schröter, jefe de compras de una tienda especializada.
Existen cámaras réflex y cámaras sin espejo, las denominadas cámaras de sistema compacto (CSC), y ambas pueden ser “ampliadas” en sus funciones. ¿Cuál es entonces la diferencia? “Que las réflex redireccionan la luz que atraviesa el objetivo a través de un sistema de espejos”, explica el Schröter, “y eso hace que uno vea en el visor exactamente la imagen que va a fotografiar, es decir, el ángulo tal cual, como si lo observara a través de una ventana”. Es perfecto. La única contra es que esa tecnología demanda mucho espacio y es pesada.
Las cámaras CSC son más compactas y livianas. “En este caso la imagen del visor es como si miráramos un televisor de alta definición y la imagen se corresponde exactamente con lo que ve el sensor de la cámara”, explica el experto.
Si bien las cámaras que no son réflex también tienen un obturador mecánico que abre y cierra para dejar pasar la luz hasta el sensor, suelen tener incorporado un obturador adicional totalmente electrónico que se acciona sin hacer ruido.
“A aquellas personas que puedan amigarse con el visor electrónico de la cámara que no es réflex, yo les recomendaría esta tecnología moderna”, dice Andreas Jordan, de la revista “fotoMAGAZIN”. “Por un lado, porque pesan poco y no hacen ruido con el obturador. Por el otro, porque ofrecen funciones como una previa de la exposición en el visor o un reconocimiento y seguimiento facial o de ojos o animales.” Además, los modos de fotos en serie también suelen ser más rápidos.
Las cámaras réflex siguen estando a la venta, pero los modelos y sus objetivos no suelen evolucionar demasiado, observa el vendedor, que considera que desde hace dos o tres años todo se está pasando a las cámaras sin espejo. “En ese sector la evolución es rapidísima”, añade. Además, desde su experiencia, las cámaras sin espejo no sólo están a la altura de las réflex, sino que incluso son mejores porque incorporan objetivos cada vez más de punta.
Hay quienes están acostumbrados o buscan cámaras que sean fáciles de tomar y tengan formas “amigables” con la palma de la mano, un detalle que se da en casi todas las cámaras réflex, que son más macizas. De todos modos, también pueden encontrarse modelos sin espejo fabricadas con carcasa más grande, porque aunque sea maravilloso tener aparatos compactos, al final también resulta muy importante que sea cómoda de sostener.
Los precios varían mucho según cada modelo. Puede que valga la pena apuntar inmediatamente a la compra de una cámara de categoría intermedia, teniendo en cuenta que los buenos objetivos suelen ser más caros que la cámara en sí.
“Los objetivos son extremadamente importantes”, asegura el experto. “Si alguien compra una cámara de alto costo y un objetivo de calidad regular, no está ahorrando de un modo inteligente”, advierte. El especialista recomienda ir comprando distintos objetivos a medida que pasa el tiempo y uno sepa qué es lo que necesita y qué tipo de fotos le gusta tomar. No todos los principiantes saben si al final querrán volcarse más a la fotografía de paisajes, a los retratos, a las tomas macro o a la fotografía de estrellas.
El próximo paso suele ser un trípode, imprescindible a la hora de fotografiar de noche o hacer tomas de larga exposición. Y si alguien fotografía mucho en espacios cerrados necesitará un flash externo, sin olvidar lo importante que es tener un buen bolso o mochila para la cámara y sus accesorios, con suficiente sitio y bolsillos para cartuchos, tarjetas de memoria y baterías de repuesto.
Fuente: Infobae