La Organización Panamericana de la Salud ha capacitado en Haití a más de 2800 trabajadores de salud comunitarios, incluidos 2700 agentes de salud comunitarios (ASCP) y 162 enfermeras y enfermeras auxiliares de salud comunitarias, con el objetivo de brindar el apoyo necesario al Ministerio de Salud y a la Comisión Multisectorial de Gestión Pandémica de COVID-19 del país.
Además, la OPS realizó reuniones con líderes comunitarios, incluyendo sacerdotes vudú, sacerdotes católicos, pastores y parteras tradicionales darles información precisa y mensajes para compartir sobre COVID-19, sobre temas como las medidas de protección, acceso a centros de tratamiento y la continuidad de los servicios esenciales en las instituciones de atención médica.
Los trabajadores de salud comunitarios capacitados recibieron equipos de protección personal (EPP) y apoyo para las actividades de comunicación, como megáfonos y baterías, según un informe de la oficina de la OPS basada en Puerto Príncipe. También se distribuyeron 221 megáfonos, guantes, mascarillas faciales y desinfectantes de manos. Esta iniciativa en Haití es crucial porque ayuda a alcanzar las comunidades de difícil acceso, así como también a los grupos que se orientan hacia la medicina tradicional.
La capacitación y los equipos son parte de la amplia respuesta a la pandemia COVID-19 que la OPS está llevando adelante en Haití, y que se centra en la vigilancia, mejoras de laboratorio, manejo de casos, y comunicación de riesgos para interactuar con las comunidades y proporcionar información sobre la enfermedad.
Haití cuenta con 50 equipos de investigación y 299 equipos de rastreo de contactos en funcionamiento en todo el país, con centros de llamadas y equipos de análisis de datos activos en cada departamento.
Hasta el 11 de agosto, Haití notificó 7.649 casos de COVID-19 con 183 muertes y 4.982 personas que se han recuperado.
La COVID-19 no es la primera epidemia que ha azotado Haití en los últimos años. Se han reutilizado las iniciativas innovadoras desarrolladas durante la lucha contra el cólera para hacer frente a la COVID-19. Por ejemplo, enfermeras que participaban en el programa Labomoto, una iniciativa de pruebas originalmente destinada a garantizar el muestreo y el transporte de casos sospechosos de cólera a laboratorios para testear, se han desplegado para hacer los muestreos de casos sospechosos de COVID-19 en zonas de difícil acceso y para transportar las pruebas de PCR a los laboratorios.