Un grupo de manifestantes bloquean el acceso a la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Desde las primeras horas de este lunes 24 de abril, los inconformes -personas con discapacidad en sillas de ruedas- impidieron la circulación de automóviles en la incorporación de Circuito Interior hacia Capitán Carlos León, en la colonia Peñón de los Baños, de la alcaldía Venustiano Carranza.
Los manifestantes solicitan la aprobación en México de tratamientos médicos para personas con lesiones medulares que funcionan en otros países.
“Estamos aquí porque necesitamos que el presidente de la República nos volteé a ver y nos haga caso. Ya van varias ocasiones que se le ha suplicado por escrito que apoye a las personas con lesiones medulares”, dijo uno de los manifestantes a medios de comunicación.
“Lo que nosotros queremos es que el presidente, por medio del sector salud, nos ayude para que nosotros tengamos una atención y traiga a México un tratamiento (que ha funcionado con éxito en España)”, añadió.
Por el bloqueo, elementos de Tránsito de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México ayudaron a usuarios del AICM a llegar a la terminal 1 para poder tomar sus vuelos.
¿Qué son las lesiones medulares?
El término «lesión medular» hace referencia a los daños sufridos en la médula espinal a consecuencia de un traumatismo (por ejemplo, un accidente de coche) o de una enfermedad o degeneración (por ejemplo, el cáncer).
No existen estimaciones fiables de su prevalencia mundial, pero se calcula que su incidencia mundial anual oscila entre 40 y 80 casos por millón de habitantes. Hasta un 90 por ciento de esos casos se deben a causas traumáticas, aunque la proporción de lesiones medulares de origen no traumático parece ir en aumento.
Los síntomas, que dependen de la gravedad de la lesión y su localización en la médula espinal, pueden incluir la pérdida parcial o completa de la sensibilidad o del control motor en brazos o piernas e incluso en todo el cuerpo. Las lesiones medulares más graves afectan a los sistemas de regulación del intestino, la vejiga, la respiración, el ritmo cardíaco y la tensión arterial.
La mayoría de las personas con lesiones medulares sufren dolor crónico.