Andrea salió de Toluca a mercar ropa en el interior de la Ciudad de México el 30 de julio; empero en vez de lograr la ropa y zapatos que busca, ha sido detenida sin fundamento en el ámbito de un operativo en el cual policías le sembraron droga y la vejaron, y la Secretaría de Estabilidad Ciudadana la difamó.
Andrea se dirigió a mercar tenis y ropa a una vecindad de la calle Jesús Carranza, en la colonia Morelos; una vez que estaba allí, entró la policía y quienes estaban en el sitio corrieron, se brincaron las bardas y escaparon. Ella no se movió, se quedó tranquila pues no había cometido ningún delito.
Empero acorde entraron más agentes, uno, quien no portaba etiqueta con su nombre en el uniforme, y se negó a identificarse, empezó a insultarla.
“¿Qué carajos haces aquí, no sabes que esta es una región caliente”? Ella respondió que había ido de compras y la contestación ha sido: “pues ya te cargó. Todo Tepito es una región caliente, de esta forma se manejan las cosas y ya te chingaste”.
Una decena de policías le quitaron las bolsas que llevaba, tiraron los artículos al piso y le quitaron el dinero que llevaba.
Continuamente entre insultos, la obligaron a desbloquear su teléfono y entraron a sus conversaciones, clip de videos y fotos íntimas. Como encontraron otro artefacto en una bolsa, mencionaron que los traficantes acostumbran tener 2 teléfonos y siguieron hostigándola.
La obligaron a levantarse la blusa, en teoría para confirmar que no ocultaba drogas. Andrea plantea que escuchó el ruido de cámaras que le estaban tomando fotos y el que mandaba a los demás la tocó en el pubis.
Después la acusaron de ser vendedora de droga, y, a una orden del comandante, la arrinconaron en un lugar donde existe una pintura de la Virgen de Guadalupe. Allí le tomaron fotos, con bolsas de mariguana que no eran de ella, y billetes de 100 pesos que sacaron de su monedero.
No presentaron prueba frente a juez
La SSC mandó dicha foto a medios de comunicación responsabilizándola de tráfico de drogas, aunque, al final, ni siquiera la consignaron ni la presentaron con prueba frente a un juez, como establecen la Constitución y el Código de Métodos Penales.
Anterior a subirla a una patrulla le exigieron 50 mil pesos “para parar la bronca” a eso que ella se negó.
En la agencia del ministerio público en Cuauhtémoc II se le mandó con el doctor legista, empero este, al mirar que poseía tos y flujo nasal, solicitó que se le practicara una prueba de Coronavirus en el interior de salud a Pastora.
Al efectuarla y ofrecer positivo, la regresaron a la agencia, empero el mp, en vez de procesarla, además entre insultos le mencionó que la iba a liberar.
Tras casi 9 horas de detención, Andrea quedó en independencia.
A contrapelo de lo cual muestra la Ley del Registro Nacional de Detenciones, no se capturaron en dicha plataforma los datos de la detención. Sin embargo, la SSC difundió un boletín con su imagen acusándola de narcotraficante, lo cual la dama estima no únicamente una humillación sino un atentado contra sus derechos.
Andrea presentó una acusación frente a la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México y, vía digital, frente a la zona de Asuntos Internos de la SSC. En la primera le tomaron testimonio y estuvieron en contacto con ella.
La policía, no obstante, no le ha denominado.
Entre asustada e indignada, se pregunta cómo va a hacer para limpiar su nombre después de ser exhibida como delincuente y todavía más, cómo sentirse segura una vez que los agentes han tenido ingreso a los datos de su teléfono, como su dirección, y tienen la posibilidad de atentar contra ella.