Después de que 240 científicos de múltiples disciplinas publicaran una carta en Clinical Infectious Diseases reclamando que se preste mayor atención a la trasmisión aérea de SARS-CoV-2, la Organización Mundial de la Salud reconoció que existe evidencia creciente sobre el tema y que va a presentar un documento científico en los próximos días para abordar sus implicanciones.
«La vía aérea de transmisión de la infección es significativa, pero hasta ahora, completamente subestimada y no reconocida por los tomadores de decisiones y responsables del control de infecciones», protestó uno de los firmantes de la carta, Lidia Morawska, Ph.D., directora del International Laboratory for Air Quality and Health de la Queensland University of Technology en Brisbane, Australia, quien también recomendó hacer foco en la necesidad de ventilar lugares cerrados, incluyendo edificios públicos, ámbitos laborales, centros de salud y escuelas.
De confirmarse, también podría reforzar la importancia de las mascarillas. Jan-Heiner Küpper, Ph.D., profesor de biología molecular celular de la Brandenburgischen Technischen Universität Cottbus-Senftenberg (BTU) en Brandemburgo, Alemania, señaló que el SARS-CoV-2 no solo se puede encontrar en las gotas más grandes exhaladas, que caen rápidamente al suelo después de 1 a 2 metros, sino también en aerosoles que pueden permanecer en el aire durante muchas horas en ambientes cerrados y mal ventilados.