mayo 28, 2024

06 junio 2020.- Si bien existe relación entre edad cronológica y proceso de envejecimiento, dicha relación no es de índole causal puesto que no es la edad en sí misma sino el “cómo se la vive” lo que se relaciona causalmente con el envejecimiento.

Con respecto a la “edad biológica o funcional” se dice que corresponde a etapas en el proceso de envejecimiento. Ellas, a su vez, corresponden a etapas en el proceso lento de declinación o de limitación de las capacidades de adaptación del individuo. La edad biológica puede corresponder a la edad cronológica pero no es ley, de modo tal que factores ambientales y psicológicos producen grandes variaciones individuales.

Es entonces cuando el ácido hialurónico se ha convertido en una de las armas más efectivas frente al envejecimiento, ya que consigue aumentar el volumen e hidratación de la piel, haciendo que ésta luzca mucho más tersa y radiante.

¿Pero qué es el Ácido hialurónico?

El ácido hialurónico es una sustancia que se encuentra de forma natural en numerosos tejidos y órganos del cuerpo humano, por ejemplo, epidermis, tejido conectivo, cartílagos, líquido sinovial de articulaciones, ojos, etc. Una de sus propiedades más importantes es la capacidad para atraer y retener el agua, motivo de su empleo en tratamientos cosméticos de aplicación tópica, haciendo que esos tejidos se mantengan en buenas condiciones.

Beneficios del uso de Ácido hialurónico:

  • Hidrata en profundidad
  • Estimula la regeneración celular
  • Reafirma tejido
  • Reduce y previene manchas e impurezas
  • Rejuvenece toda la piel facial
  • Suaviza las líneas de expresión.

Áreas o zonas donde se aplica el Ácido hialurónico en medicina estética:

  • Contorno y comisura de los labios.
  • Volumen labial y facial (pómulos).
  • Arrugas labiales o peribucales (alrededor de la boca).
  • Surcos nasogenianos (líneas de expresión que van desde a ambos lados de la nariz hacia la boca).
  • Arrugas perioculares externas (patas de gallo).

Contraindicaciones del uso de Ácido hialurónico

A pesar de lo seguro de su aplicación y de sus resultados, existen ciertos efectos secundarios que pueden aparecer una vez que se ha realizado el tratamiento. Los más comunes se encuentran:

  • Sensibilidad y aparición de hematomas o bultos en las zonas donde se ha aplicado.
  • Dolor y molestias.
  • Irritación, dureza y enrojecimiento de la piel.

Dichas afecciones suelen desaparecer en un periodo corto de tiempo de entre 24 a 48 horas posteriores a los tratamientos.

La información facilitada por esta nota no puede, en modo alguno, sustituir a un servicio de atención médica directa, ni tampoco debe utilizarse con el fin de establecer un diagnóstico, o una técnica para la aplicación y uso.