mayo 28, 2024

El secretario de Turismo del Gobierno de México, Miguel Torruco Marqués, afirmó que el añejo proyecto de construir una vía de comunicación entre los océanos Pacífico y Atlántico a través de esta región, es un sueño que se convertirá en realidad en la presente administración federal.

Precisó que este proyecto en el Istmo de Tehuantepec unirá los puertos de Coatzacoalcos, en Veracruz, y Salina Cruz, en Oaxaca.

Sostuvo que el corredor transísmico, que empezó a cimentarse en la etapa del porfiriato con la construcción de una ruta férrea a lo largo del Istmo, será una importante palanca de desarrollo económico y social para la región y para el país en su conjunto, contribuyendo de manera significativa a la erradicación de la pobreza.

“Esta valiosa iniciativa del Ejecutivo Federal, que constará de poco más de 300 kilómetros de recorrido, representa también una inmejorable oportunidad para detonar la actividad turística en esta zona del país con novedosos productos, capaces de atraer la atención de turistas nacionales y extranjeros, así como de inversionistas y empresarios, principales generadores de empleos”, dijo.

El área de influencia de este proyecto, que incorpora a 79 municipios: 46 de Oaxaca y 33 de Veracruz, con una población de dos millones 406 habitantes, cuenta con un recurso turístico variado, tanto en lo natural como en lo cultural.

“Por ello, la importancia de este taller que hoy pone en marcha la Secretaría de Turismo federal, a través de su subsecretaría de Planeación y Política Turística, y cuyo principal objetivo es elaborar una estrategia de turismo sostenible y comunitario en el Istmo de Tehuantepec. En esta labor contamos con la valiosa y decidida participación de las Secretarías de Turismo y Economía de los estados de Veracruz y Oaxaca, así como de la Dirección General del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec”, destacó.

Este taller, que se realizará en cinco sesiones, busca entre otros aspectos, crear circuitos de servicios turísticos; propiciar la alta rentabilidad de las actividades turísticas con programas productivos que sirvan de apoyo a proveedores y operadores de oferta turística; asegurar prácticas responsables y sustentables en el manejo y explotación de los recursos de la región; y garantizar un impacto económico positivo en las comunidades, haciéndolas partícipes de las ganancias.