Los abogados de Pablo Lyle aseguran que el actor no debió pasar ni un día en la cárcel, pues cuando ocurrió el episodio del incidente de tránsito, él sólo intentaba defender a su familia que viajaba en el automóvil, así que tras darse a conocer su sentencia, de 5 años en prisión y 8 de libertad condicional, su defensa apelará.
«En mi opinión su condena fue errónea y sigue siéndolo, por supuesto que vamos a apelar, él es inocente, él no rompió la ley del estado de Florida, él sólo defendió a su familia», expresó el abogado Philip Reizenstein en entrevista para «Ventaneando».
Para el abogado, los fiscales de la Corte cometieron errores y fue exagerado que pidieran que 15 años de prisión para Pablo, y no buscaron justicia sino vengaza; esto, asegura, no tiene que ver ver con el sentir de la familia Hernández, quienes perdieron a un familiar y se comprende su dolor.
«Es una locura que algunos fiscales pidieran la condena de 15 años para alguien que no tiene antecedentes, esto no tiene nada que ver con la familia Hernández, nosotros entendemos lo que ellos piden, perdieron a un ser querido y es lógico, pero los fiscales de la Corte debería de buscar justicia y no venganza», expresó Reizenstein.
La defensa reiteró que si el señor Juan Ricardo Hernández no se hubiera bajado del automóvil y golpeado la ventana del auto donde viajaba Lyle y su familia, no se hubiera sucitado el desagradable momento que culminó con una muerte.
«Pregúntense esto, ¿estaríamos aquí si el señor Hernández no se hubiera bajado de su auto?, Florida no tolera que haya personas enojadas en incidentes de autos y se bajen a golpear ventanas, y eso aterró a los niños», finalizó.
Poco menos de 5 años estará en la cárcel
Pablo Lyle pasará preso poco menos de cinco año, pues se le sumarán los
cuatro meses que lleva en prisión, explicó una experta legal en el programa «Venga la Alegría», donde precisó que podrían pasar entre seis meses y un año para que la apelación quede lista y tal vez proceda; la Corte de apelación lo puede solicitar para una breve audiencia.
En cuanto al tiempo que Lyle tendrá que pasar el Estados Unidos como parte de la libertad condicional, el actor vivirá una situación complicada, pues seguramente batallará en encontrar trabajo.
El actor mexicano fue sentenciado el pasado viernes por la muerte en 2019 de un cubano de 63 años, al que propinó un puñetazo tras una discusión ocurrida en una intersección en esta ciudad del sur de Florida.
La magistrada del condado de Miami-Dade Marisa Tinkler Méndez impuso la sentencia a Lyle, presente en el tribunal con uniforme de preso y esposado, luego de que en octubre del año pasado un jurado lo hallara culpable de homicidio involuntario por la muerte de Juan Ricardo Hernández.
Los abogados de la Fiscalía habían solicitado en este caso la pena máxima, 15 años de cárcel, mientras que la defensa pedía año y medio de prisión.
El abogado defensor, Philip Reizenstein, pidió a la jueza que tuviera en cuenta que Lyle no tiene antecedentes criminales y que fue Juan Ricardo Hernández el que comenzó la discusión.
La jueza de circuito del condado de Miami-Dade reconoció que ha sido el caso más difícil de su carrera y que, a la hora de imponer la pena, que implica también horas de servicio comunitario y de manejo de resolución de conflicto y rabia, tomó en cuenta factores mitigantes bajo la ley estatal.
«Esto es un triste ejemplo de algo que fue muy lejos. Creo que si Lyle tuviera una segunda oportunidad no tomaría esas acciones por las que ahora debe asumir la responsabilidad», dijo la jueza, quien afirmó que el señor Hernández «no mereció morir por lo que ocurrió ese día», al mismo tiempo que el mexicano actuó «vencido por la rabia».
Pablo Lyle, arrepentido
«Es la disculpa más sincera que he ofrecido en mi vida, de todo corazón lo siento mucho», dijo el actor, visiblemente emocionado, a los familiares de la víctima presentes en la sala momentos antes de que se diera a conocer la sentencia, en la que ha sido la primera vez que se ha manifestado desde que ocurrió el incidente.
«He aprendido una gran lección», agregó el mexicano, quien por momentos se vio obligado a interrumpir su testimonio a causa de las lágrimas y precisó que no tenía nada en contra de la víctima, ni que jamás se hubiera imaginado el desenlace causado por un hecho que duró «cuestión de segundos».
La agresión se produjo en un semáforo en rojo y durante una riña por una discusión de tráfico durante la cual el actor de telenovelas como «Mi adorable maldición» salió del automóvil y golpeó a Hernández mientras éste volvía a su auto tras haber gritado a los ocupantes.
Las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad de una gasolinera cercana muestran a Lyle correr hacia el hombre, quien, al ver al mexicano acercarse, intenta protegerse sin éxito y, tras recibir un puñetazo, se desploma al instante. Cuatro días después, falleció en un hospital de Miami.