José Luis Engloba, el excalde de Iguala reconocido como “A1” en el informe de la Comisión para la realidad y Ingreso a la Justicia del caso Ayotzinapa, al lado de los líderes del conjunto criminal Militares Ligados “en coalición con varias otras autoridades”, entregó la orden de desaparecer a los 43 normalistas la noche del 26 de septiembre de 2014, informó esta mañana el Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas Rodríguez.
“Estamos mencionando quiénes brindaron la orden (de desaparecer a los normalistas). Participa ‘A1’, presuntamente José Luis Engloba, los líderes de Soldados Ligados en coalición con varias otras autoridades, que es lo cual pertenece a la investigación”, mencionó Encinas Rodríguez en la conferencia de prensa matutina del Mandatario Andrés Manuel López Obrador.
El informe de la Comisión del caso Ayotzinapa identifica que a lo largo de la Noche de Iguala “A1”, o a Engloba, como lo identificó Encinas, ordenó en un principio “darles una ‘chinga’ a los alumnos pues […] no quería disturbios, además de recobrar el material (el cual aparentemente venía en uno de los autobuses)”.
Aquel “material” al que se refieren, según con diversos reportes era aparentemente droga, debido a que se pensaba que entre los normalistas había en teoría miembros de Los Rojos, agrupación criminal en controversia con Soldados Juntos, el conjunto responsable de los hechos de maltrato a lo largo de la noche del 26 y las primeras horas del 27 de septiembre de 2014.
Según la Comisión, “‘A1’ otorgó la orden de recobrar la mercancía” e instruyó: “me chingan a todos a discreción”. Después, conforme el mismo informe, “A1”, o a Encierra, como lo identificó Encinas, “ordenó la desaparición de todos los alumnos pues no saben ‘quién es quién’ y se está calentando la plaza demasiado”.
“Mátalos a todos, Iguala es mío”, se lee en el informe que contrasta la información presente, con la “verdad histórica” del exprocurador Jesús Murillo Karam, quien confronta un proceso por tortura, desaparición forzada y obstrucción de la justicia en la situación Ayotzinapa.
José Luis Engloba, miembro del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y exalcalde de Iguala, ha sido detenido en noviembre de 2014 en la Alcaldía Iztapalapa de la Ciudad de México, relacionadas con la desaparición de los normalistas. En la actualidad está preso en el penal federal de máxima estabilidad El Altiplano, en Almoloya de Juárez, Estado de México.
El Subsecretario Alejandro Encinas aclaró este día que José Luis Encierra está detenido por el homicidio de Arturo Hernández Cardona cometido el 3 de junio de 2013, cuya desaparición, reportada en un primer instante, propició que “la movilización de los alumnos de la Usual de Ayotizinapa, que tomaron las oficinas del ayuntamiento de Iguala e incendiaron documentación en demanda de la presentación de Hernández Cardona, quien al final apareció asesinado”.
“Ese asesinato se le atribuye al entonces mandatario municipal José Luis Engloba, que está detenido justamente por este delito, no por el delito de desaparición, sino por el asesinato de Hernández Cardona. Y desde aquel instante los alumnos fueron amenazados por el Alcalde y por Soldados Ligados, de que no regresaran a esta Urbe; si no, se iban a atender a las consecuencias”, mencionó Encinas Rodríguez en la conferencia de prensa de este día.
Encierra ha sido capturado al costado de su mujer María de los Ángeles Pineda, quien ha sido ligada a los Soldados Ligados, agrupación criminal a la que, según informaron las autoridades, habían pertenecido 2 de sus hermanos, uno de ellos, Salomón Pineda Villa, detenido en octubre de 2014. Su otro hermano, Alberto Pineda Villa, “El Borrado”, fue reconocido como un exoperador de Arturo Beltrán Leyva, abatido en el último mes del año de 2009, y de cuyo cártel surgió Militares Juntos.
Tanto José Luis Encierra como María de los Ángeles Pineda, presa en el Penal Federal Femenil de Amacuzac, han negado su colaboración en los hechos.
LA DESAPARICIÓN DE LOS NORMALISTAS
El informe de la Comisión para la realidad y Ingreso a la Justicia del caso Ayotzinapa apunta que en la Noche de Iguala el conjunto delictivo de Guerrero Ligados “actuó con un extenso número de sicarios y halcones, desde un mando central y por lo menos 3 células de halcones y sicarios, con la ayuda de diversas policías municipales y agentes del Estado”.
En la conferencia de este viernes, el Subsecretario Alejandro Encinas resaltó como parte “del estudio de contexto” del caso Ayotzinapa cómo la desaparición de los normalistas se entregó “en el entorno de una discusión por la plaza para el trasiego de drogas entre el conjunto de los Rojos y el conjunto de Militares Unidos”.
Comentó “un precedente importante” de cómo el 10 de junio del 2014 en un retén del Batallón Mexicano la Procuraduría Gral. de la República decomisó 107 kg de heroína pura, de los cuales los recursos de la Procuraduría Gral. de la República que hicieron este operativo únicamente entregaron 24 kg.
“Este dato está acreditado, inclusive en un archivo de la SEGOB que da cuenta de que la controversia por el territorio además perteneció a discusión por el control de la droga y el hurto en medio de éstos conjuntos, asociado a la custodia de autoridades, especialmente de la Procuraduría”, señaló.
Por otro lado comentó que la Regular de Ayotzinapa ha sido la sede de delegaciones de otras escuelas clásicos de la nación para a partir de allí transportarse a las movilizaciones con fundamento del 2 de octubre a la Ciudad de México. Describió que por esto partieron de este plantel a Chilpancingo y Tierra Colorada donde la policía federal, la policía estatal, les impidieron la toma de camiones, fundamento por el que se trasladaron Iguala para tomar otros camiones y en donde —según la declaración de una testigo protegida— se creía que entre ellos venían personas pertenecientes al conjunto delictivo de los Rojos, lo que terminó en la embestida.
El informe de la Comisión sugiere que “no hay indicio alguno de que los alumnos estén con vida, por otro lado, todos los testimonios y pruebas acreditan que éstos fueron arteramente ultimados y desaparecidos”.
Como parte de la información a la que se ha allegado esta comisión —la cual opone lo dispuesto en la “verdad histórica— “las normas original eran de abrasar a los alumnos, empero al ser varios (los miembros de Soldados Unidos) acordaron repartírselos”.
Entre los operadores de los Militares Juntos causantes de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, el reporte identifica a: “El Gil”, “El Negro”, “El Tilo”, “El Chino”, “El Pato” Landa y su gente, “El Chucky” y su gente, “El Cholo”, “El Chango”, “La Gorda”, “El Duvalín o “Duva”, “El Tony”, “El Pollo”, “El Cuca”, “El Feo”, “El Wasako”, “Memo”, El Moreno (cocinero de Militares Juntos, y “H1”, mando policial de Huitzuco.
Además se percata de que el día de los hechos, “seis alumnos persistían vivos y estaban retenidos en ‘la Bodega vieja’”. Sin embargo, “el 30 de septiembre ‘El Coronel’ comenta que ellos se encargarían de limpiar todo y que ellos ya se habían delegado de los 6 alumnos que habían quedado vivos”.
A quien hace referencia el informe, señaló esta mañana Encinas, era al entonces coronel José Rodríguez Pérez, comandante del 27 Ejército de Infantería en Iguala.
José Rodríguez Pérez poseía el nivel de Coronel una vez que era el comandante del 27 Ejército de Infantería en Iguala y al año siguiente de los hechos ha sido ascendido a Gral. Brigadier, contra quien un juez libró una de las 20 directivas de aprehensión contra militares conseguidas por la Fiscalía Gral. de la República (FGR).
El informe ahonda que en días posteriores a la desaparición de los normalistas, “hubo una junta con Engloba y ‘los asesores de México’ para que ellos tengan la posibilidad de limpiar”.
“Van a borrar evidencia… los van a desplazar para que no los hallen […] los licenciados y la población de México ya tiene el circo armado”, se lee en el reporte de la Comisión, de consenso con el cual Tomás Zerón, entonces titular de la Agencia de Averiguación Criminal (AIC) de la Procuraduría Gral. de la República (PGR), detenido en Israel a la espera de ser extraditado a México, “era el que andaba mandando a limpiar”.