Baker Hughes al hijo del presidente despertó sospechas por supuestos actos de corrupción entre dicha empresa y Petróleos Mexicanos, Octavio Romero Oropeza descartó las acusaciones y aseguró que Pemex no ha ampliado los contratos que tiene con la compañía.
De acuerdo con el director general del Pemex, la relación que existe entre la petrolera y Baker Hughes no ha traspasado los límites establecidos por la ley.
“No se trata de ampliaciones sino de órdenes de servicio previstos en los acuerdos referenciales y que están permitidos por la ley, esa es la razón por la cual la Auditoría Superior de la Federación no cuestionó por qué se había hecho esta supuesta ampliación”, explicó.
Estos acuerdos referenciales tienen como finalidad “proveer de bienes y servicios a Pemex durante al menos 5 años, durante este tiempo por medio de solicitudes de órdenes de trabajo pueden adicionarse montos a contratos marco en función de las necesidades de los proyectos”, dijo el funcionario.
Con el objetivo de aclarar que los mecanismos por medio de los cuales se otorgan estos servicios a Pemex están blindados contra actos ilícitos, el funcionario subrayó que los requerimientos adicionales “no son discrecionales” y “se basan en catálogo de precios preestablecidos”.
La declaración fue hecha en el marco de la polémica generada tras la investigación de la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, que deja entrever un supuesto conflicto de interés y tráfico de influencias entre el hijo del presidente, José Ramón López Beltrán y la empresa Baker Hughes.
Sin embargo, Oropeza aseguró que “en Pemex no hay empresas consentidas ni que hayan sido creadas en la presente administración”.
“En el caso de Baker que tiene presencia en el país y en Pemex desde hace más de 60 años, logró sus mejores montos de contratación en los años 2008, 2012 y 2014, es decir en las administraciones de los expresidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto”, agregó.