Tribunales federales señalan que la legislación no genera afectaciones con sólo entrar en vigor
Dos tribunales federales emitieron resoluciones a favor de la Ley de Hidrocarburos impulsada por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, la cual fue suspendida de manera indefinida meses atrás, por mandato de dos juzgados especializados en competencia económica.
De acuerdo con las primeras sentencias emitidas por los tribunales colegiados especializados, el 2 y 9 de septiembre de este año, la ley que prevé suspender permisos y ocupar temporalmente los espacios de las empresas del mercado eléctrico no genera afectaciones con sólo entrar en vigor.
Por lo que el momento de impugnar la ley, en su caso, debe darse cuando los privados consideren que una autoridad con sus actuaciones los afecte en sus derechos.
“No causan afectación por su sola vigencia, son infracciones y la sanción correspondiente, con la posibilidad de revocar y suspender permisos, también requisitos para los permisos, y conforme a criterios de la Suprema Corte, son hipótesis normativas que no causen perjuicio por su sola vigencia, están condicionadas al actuar de la propia quejosa y de la autoridad”, se precisa por parte de la instancia judicial.
El criterio abre paso a la entrada en vigor de la Ley de Hidrocarburos, sólo que, al encontrarse en revisión una larga lista de diversos juicios de amparo en contra de la citada norma, será necesario que los tribunales especializados en materia administrativa, competencia económica, radiodifusión y telecomunicaciones respondan y resuelva una a una las demandas de los particulares.
Esta acción llevará varios meses más y podría extenderse hasta finales de 2021.
Cabe recordar que a partir de mayo de este año se concedieron las primeras suspensiones provisionales y definitivas contra la Ley de Hidrocarburos por parte de los juzgados primero y segundo de distrito en materia administrativa, especializados en competencia económica, radiodifusión y telecomunicaciones, al estimar que la norma impugnada pudiera dañar la competencia y libre concurrencia al otorgar a Petróleos Mexicanos (Pemex) un papel protagónico en la industria.
Fuente: Excélsior
