El Banco Mundial ha aprobado ocho préstamos al gobierno de México desde marzo de 2019 a la fecha, periodo que comprende los primeros tres años de la administración de Andrés Manuel López Obrador.
El Banco Mundial ha aprobado ocho préstamos al gobierno de México desde marzo de 2019 a la fecha, periodo que comprende los primeros tres años de la administración de Andrés Manuel López Obrador.
De estos financiamientos sólo cinco se encuentran activos, por un monto de 1,955 millones de dólares y son apoyos dirigidos y etiquetados a proyectos de desarrollo económico y social.
El más reciente, aprobado en enero de 2021, es por un monto de 225 millones de dólares y está dirigido a diseñar el Sistema Nacional de Identidad Única Digital que facilitará la inclusión.
El desembolso de este préstamo está etiquetado para el cumplimiento de objetivos como la armonización legal de los sistemas de identidad ciudadana en una sola base de información.
Este préstamo apenas representa 0.5% del total de los ocho aprobados por el organismo para México, desde marzo del 2019.
El resto de los cinco préstamos activos están dirigidos y etiquetados a proyectos de desarrollo económico y social como son la modernización de los sistemas de administración financiera; la resistencia de seguridad del sistema de aguas del Valle de México; sostenibilidad y resistencia del medio ambiente urbano, y sostenibilidad y fortaleza del la economía.
El acuerdo o contrato para el financiamiento del Sistema Nacional de Identidad precisa que “la ausencia de un sistema nacional de identificación ha obstaculizado el ejercicio efectivo del derecho a la identidad, un derecho universal fundamental para permitir acceso a las oportunidades económicas y de bienestar de las personas, así como los pagos directos de los programas sociales, la educación y el empleo”.
De acuerdo con el detalle de la información del BM, en mayo del 2020 el organismo aprobó un financiamiento por 1,000 millones de dólares, que es poco más de una tercera parte del fondeo autorizado en lo que va de la administración, que está dirigido a apuntalar las políticas de financiamiento para el desarrollo en el marco del Covid-19.
El financiamiento citado aparece con estatus de cerrado, lo que implica que ya fue desembolsado conforme al cumplimiento de los objetivos para su ejecución.
Los otros tres préstamos aprobados no tienen que ver con la situación de emergencia que provocó la pandemia, sino tal como lo describió recientemente en su cuenta de twitter el secretario de Hacienda, fueron dirigidos para el desarrollo económico y social del país.
No es la primera vez que una choque mundial, como ha sido el Covid-19, motiva una solicitud de México de apoyo financiero al Banco Mundial. En sólo un año, del 2007 al 2008, México aumentó el fondeo del organismo de 1,000 millones de dólares anuales a 2,500 millones.
Para el año siguiente, en la Gran Recesión del 2009, los créditos otorgados a México se elevaron hasta llegar a 4,000 millones de dólares según información del organismo.
Previo al estallamiento de la crisis mundial, el promedio de préstamos anuales del banco para México ascendió a 1,000 millones de dólares y era identificado como un país cuya sofisticación financiera y acceso a mercados le permitía ir saliendo del perfil medio de clientes del organismo que son países que requieren financiamiento para el desarrollo.
Fuente: EL ECONOMISTA