La Fuerza Aérea Mexicana tiene una nueva misión: bombardear nubes. Se trata de un proyecto implementado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que busca abatir fenómenos naturales como la sequía, que desde julio de 2020 -según la Comisión Nacional del Agua (Conagua)- se ha venido extendiendo y profundizando en el país. El fenómeno ha sido incluso evidenciado por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA, por sus siglas en inglés) que alertó con fotografías que hasta un 85 por ciento del territorio nacional se ha visto afectado en lo que va del año. La estrategia parece simple, pero es riesgosa: volar una aeronave, rodear una nube y esparcirle yoduro de plata, un compuesto habitualmente utilizado en la fotografía o como antiséptico y que junto con una solución de acetona, estimulan la precipitación, incrementando la probabilidad de lluvia hasta en un 15 por ciento, lo que representa un beneficio, principalmente para agricultores y ganaderos. “Cuando llegamos al área, hacemos un reconocimiento previo antes de empezar la estimulación, se verifica el tipo de nubes, y una vez que se garantiza la seguridad, tomamos un punto de entrada al área y entramos por debajo de la nube, buscamos las corrientes ascendentes y se esparce el químico”, relata en entrevista con MILENIO, el capitán segundo piloto aviador, Guadalupe Rojas.
Fuente: MILENIO