junio 21, 2024

Desde hace varias jornadas, la brecha entre las distintas cotizaciones alternativas del dólar y el tipo de cambio mayorista se mantiene debajo del 60%. Si bien se trata de una brecha cambiaria muy elevada, es muy inferior al récord que alcanzó en octubre pasado, cuando escaló hasta el 130%, en el caso de los dólares financieros, y hasta 150%, en el caso del blue.

Esta reducción de la distancia entre las puntas se ha ido dando con el descenso y la calma en los últimos meses en las cotizaciones alternativas del dólar, sumado al avance en el tipo de cambio oficial, a pesar de que últimamente corre a menor velocidad. Y esta tranquilidad cambiaria está compuesta por la combinación de varios factores.

«Primero, el Gobierno está aprovechando el ‘súper cepo’ para arbitrar los mercados, comprando divisas en el segmento oficial y usándolas para comprar-vender títulos públicos y, a través de esto, bajar las cotizaciones del MEP y del contado con liquidación (CCL)», indicó ante El Cronista Matías Carugati, director ejecutivo de Seido.

En segundo lugar, señaló que el arranque de 2021 en materia fiscal fue relativamente bueno respecto al año pasado e implicó, hasta ahora, poca asistencia monetaria, lo que significa que el desequilibrio monetario por lo menos no se agravó. «Además, aunque es difícil cuantificarlo, el pago del Impuesto a la Riqueza llevó a que reingresaran fondos, lo cual presiona a la brecha hacia abajo», agregó.

Por su parte, Federico Furiase, director de EcoGo, resaltó el fuerte ingreso de divisas por parte del sector agroexportador, impulsado por la suba del precio internacional del precio de la soja, frente a la caída en las expectativas de devaluación en el corto plazo. Según explicó, esto le dio poder al Banco Central (BCRA) para realizar la mencionada operación de intervención en el mercado bursátil para mantener en calma las cotizaciones financieras.

Ante este escenario, surge la duda sobre hasta cuándo se mantendrá este escenario de brecha cambiaria en relativa calma. Al respecto, Furiase estima que mientras se sostenga el ingreso de dólares del campo, que sería hasta que finalice la cosecha gruesa (mayo o junio), se podría observar que estas cotizaciones se mantengan más o menos en los rangos actuales, o tal vez un poco más.

«El problema es cuando se termine la liquidación de la cosecha gruesa y dejen de entrar esos dólares al MULC (Mercado Único y Libre de Cambios). El BCRA perderá grados de libertad para intervenir en el mercado de bonos y ahí, a partir de junio o julio, podría haber cierta presión y recalentamiento de la brecha cambiaria», advirtió el director de EcoGo en diálogo con El Cronista.

De acuerdo con el especialista, a estos factores de riesgo se suma el hecho de que el mercado no tiene claro si el ministro de Economía, Martín Guzmán, va a continuar con el incipiente ajuste fiscal y monetario que viene realizando en lo que va del año, a la vez que se mantiene la incertidumbre en torno a la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Carugati coincide en que la clave va a estar en las expectativas y en la dinámica fiscal y monetaria. «Si la macro se complica por la pandemia y/o el Gobierno empieza a usar el financiamiento monetario de forma más recurrente, la brecha puede empezar a subir. Sobre todo cuando pase la temporada de liquidación del campo. Ahí el BCRA va a tener más dificultades para mantener todo bajo control», sostuvo.

En tanto, el Central sigue desacelerando el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial, en línea con la estrategia del Gobierno para intentar frenar la escalada de la inflación. Esto genera algunas dudas sobre una posible ampliación de la brecha. Sin embargo, Furiase lo descarta, por ahora, mientras sigan ingresando divisas del campo y el BCRA pueda seguir interviniendo en el mercado bursátil.

«El inconveniente es que si el crawling peg baja al 1,5% o 2% mensual, con una inflación que estuvo en la zona del 4% en marzo, y que en abril y mayo le va a costar romper el piso del 3%, vamos hacia una apreciación real del tipo de cambio oficial, con tasas reales negativas», indicó Furiase.

Siguiendo su análisis, en un contexto como el actual, con bajos niveles de reservas netas y con el precio de los bonos en dólares en tendencia declinante, «podría arriesgar en algún momento un recalentamiento en la brecha y en las expectativas de la devaluación cuando se corte el ingreso de los dólares del campo».

Cronista