El exprelado, de 84 años, se retiró de la Diócesis de Ecatepec en mayo del 2010, al cumplir 75 años; ahora busca diputación local por el Distrito 21
El partido Fuerza por México anunció que el exobispo emérito de Ecatepec, Onésimo Cepeda Silva, será registrado este lunes como precandidato a la diputación local por el Distrito 21 con cabecera en Ecatepec.
El exprelado, de 84 años de edad, quien reiteró en varias ocasiones que era “daltónico” porque no veía colores partidistas, se retiró de la Diócesis de Ecatepec en mayo del 2010, al cumplir 75 años, edad obligatoria para jubilarse. Además detalló que tenía problemas de salud como afecciones del corazón y diabetes.
La dirigencia estatal de Fuerza por México invitó a los medios de comunicación al registro como precandidato del polémico obispo emérito de Ecatepec la tarde de mañana, en sus oficinas ubicadas en la colonia Jardines de Ecatepec, pero más tarde informó que se cambió la sede y el lugar, sin darlas a conocer.
La Constitución Política del Estado Libre y Soberano del Estado México establece en su artículo 40 fracción V que para ser diputado, propietario o suplente se requiere no ser ministro de algùn culto religioso, a menos de que se separe formal, material y definitivamente de su ministerio cuando menos 5 años antes del dìa de la elecciòn.
Cuando anunció su retiro como obispo de Ecatepec, en mayo del 2010, se autodenominó como un “obispo rico sirviendo a los pobres”.
En esa conferencia de prensa realizada en su oficina de la diócesis de Ecatepec dijo que se pudo convertir en el hombre más rico del mundo, pero decidió hacerse religioso. “Algún día Carlos Slim me dijo: cambiaste la bolsa por la charola y le dije dale gracias a Dios porque si no hubiera hecho ese cambio (de banquero a obispo) no serías el hombre más rico del mundo, serías el segundo”, recordó.
Antes de convertirse en religioso fundó con su amigo, el empresario mexicano Carlos Slim, el Grupo Inbursa. Durante 17 años fue obispo de Ecatepec. Al frente de la diócesis, afirmó, tenía un salario mensual de 15 mil pesos mensuales. Y de 15 mil pesos fue su jubilación.
“Yo te puedo decir que nunca he vivido de la Iglesia, evidentemente es porque tengo de qué vivir, no me auto flagelo. No estaba muerto de hambre si era socio de Slim”, contó. El día de su retiro como obispo, dijo que solo le sería fiel a una persona: a Cristo, del que seguiría predicando su palabra.
El universal