Sorpresa. Además de un mensaje codificado en el paracaídas de la misión Perseverance, la NASA ha ocultado en su pequeño helicóptero Ingenuity, un trozo de tela que proviene de un ala del auténtico Wright Flyer I, el primer avión a motor construido por los hermanos Wright en 1903.
La agencia espacial ha revelado que el tejido, del tamaño de un sello, envuelve un cable ubicado bajo el panel solar de Ingenuity. Donada por el Wright Brothers National Museum de Dayton, Ohio (la ciudad natal de los hermanos Wright), la pieza fue fijada al dron con un trozo de cinta aislante.
Esta no es la primera vez que la NASA envía un trozo de tela del Wright Flyer al espacio. Otra pieza, junto con un trozo de madera del avión, viajó a Tranquility Base, en la superficie de la Luna, durante la misión Apolo 11 de 1969.
El 17 de diciembre de 1903, en las dunas azotadas por el viento de Kill Devil Hill, cerca de Kitty Hawk, Carolina del Norte, Orville y Wilbur Wright recorrieron 36 metros durante los 12 segundos que duró el primer vuelo sostenido por una aeronave más pesada que el aire. Los Wright utilizaron una muselina sin blanquear llamada “Pride of the West” para cubrir las alas. 120 años más tarde, el helicóptero Ingenuity, que lleva un trozo de esa muselina, intentará realizar el primer vuelo controlado a motor en otro planeta.
La pequeña aeronave no es muy distinta a un dron comercial, pero diseñar un dron capaz de volar en Marte no fue para nada trivial. Marte tiene un 38% de la gravedad de la Tierra; sin embargo, su fina atmósfera tiene un 1% de la densidad de la atmósfera terrestre, por lo que los científicos del Laboratorio de Propulsión a Reacción (JPL) de la NASA tuvieron que diseñar un mini-helicóptero con grandes rotores capaces de girar muy rápido. Si las palas de un helicóptero diseñado para volar en la Tierra giran a 400-500 rpm, los rotores contrarrotatorios de más de un metro de Ingenuity giran a 2000-3000 rpm.
Además, es un vehículo completamente autónomo por la latencia de las comunicaciones entre los dos planetas. El JPL le dirá al helicóptero dónde tiene que ir, pero el helicóptero despegará y se desplazará automáticamente hasta allí, comunicándose con Perseverance después de cada aterrizaje. El ordenador que controla a Ingenuity es, por este motivo, 150 veces más rápido que el del rover.
Los objetivos del dron son bastante modestos. Realizará un máximo de cinco vuelos, cada uno de los cuales durará aproximadamente tres minutos. En cada vuelo cubrirá distancias de aproximadamente 300 metros, alcanzando alturas de 3 a 10 metros sobre el suelo. Llevará dos cámaras y un puñado de sensores, pero realmente es un demostrador de tecnología: no está diseñado con fines científicos, sino para demostrar que podemos enviar helicópteros y otros vehículos a misiones más ambiciosas en planetas y lunas con atmósfera.
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