junio 12, 2024

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, parece no estar dispuesto a perder. Ni el tiempo, ni la oportunidad, ni el poder. Ayer, en su primera aparición en campaña electoral desde que anunció que tenía coronavirus, se mostró fortalecido tras su paso por el hospital, atacó a su oponente, el demócrata Joe Biden, quien lidera las encuestas a menos de un mes de los comicios, y alabó la gestión de su administración frente a la crisis desatada por el brote.

«Dicen que soy inmune. Me siento muy poderoso», dijo Trump a la multitud durante una intervención que se alargó una hora. «Besaré a todos los del público, besaré a los chicos y a las mujeres hermosas, les daré a todos un beso enorme».

Así encabezó el evento al aire libre en Sanford, Florida, el primero de los seis programados para esta semana, y lo hizo sin tapabocas. 

Eso sí: lanzó mascarillas a los miles de seguidores que se agolparon para escucharlo, la mayoría sin ningún tipo de protección, pese a que en el país la pandemia ya provocó más de 7,8 millones de enfermos y más de 214 mil muertes.

Asimismo dijo que los confinamientos como medida de seguridad habían hecho un gran daño a la economía y eran demasiado drásticos. «Es arriesgado, pero tienes que salir», declaró ante sus partidarios, que coreaban: «Te queremos».

Exhibiendo su ímpetu característico una semana después de salir del hospital, abordó los temas habituales de su campaña: la «tramposa» Hillary Clinton y la prensa «corrupta», y advertencias alarmistas contra la «izquierda radical» y la «pesadilla socialista». También lanzó dardos mordaces contra su rival, al que llama «Joe, el dormilón», asegurando que no atrae a «casi nadie» en sus actos.

Con esta energía, que incluyó incluso unos pasos de baile al ritmo de la canción «YMCA» de Village People, el republicano de 74 años busca cambiar la dinámica de una carrera hacia la presidencia que las encuestas de opinión nacionales y algunas estatales clave muestran que está perdiendo contra Biden, de 77 años.

Su aparición tuvo lugar horas después que la Casa Blanca dijera que había dado negativo en Covid-19 durante varios días consecutivos y que ya no era contagioso para los demás. Fueron las primeras pruebas negativas del presidente anunciadas por la Casa Blanca desde que dijo el 2 de octubre que había contraído el virus. El doctor Sean Conley no confirmó cuándo se le realizaron las pruebas, pero sí que estas y otros datos clínicos y de laboratorio «indicaban una falta de replicación viral detectable», según un documento.

El domingo, Twitter etiquetó como «engañoso» un mensaje de Trump en el que afirmaba sin fundamento que ahora era inmune al virus. La investigación científica aún no fue concluyente sobre cuánto tiempo las personas que se recuperaron tienen anticuerpos y están protegidos de una segunda infección.

El furcio de Biden

El candidato a la Casa Blanca por el Partido Demócrata, el ex vicepresidente Joe Biden, quien no participa de ningún acto masivo desde hace meses, insistiendo en la necesidad de respetar las consigas de las autoridades sanitarias, presentó este lunes sus propuestas económicas en Ohio.

Sin embargo, en medio de su discurso pronunció un error que en poco tiempo ya estaba en los medios: en vez de decir que era candidato a la presidencia, dijo que era candidato al Senado.

«Tenemos que unirnos. Por eso me postulo. Me postulo como un demócrata orgulloso para el Senado», dijo Biden de acuerdo a lo publicado por Fox News. Tras ello, agregó: «Les prometo esto, gobernaré como presidente estadounidense», como sin haber notado el error.

Atento a lo ocurrido, Trump no se lo dejó pasar. En Twitter escribió: «El dormilón Joe Biden tuvo un día particularmente malo hoy. No recordaba el nombre de Mitt Romney, dijo de nuevo que se postulaba para el Senado de los Estados Unidos y olvidó en qué estado se encontraba».

Esta no es la primera vez que Biden habla ante sus partidarios y se equivoca. En febrero, en un evento en Carolina del Sur, se equivocó sobre el cargo que buscaba. «Ustedes fueron los que enviaron a Barack Obama a la presidencia. Y tengo una propuesta simple aquí: estoy para pedirles su ayuda. Me llamo Joe Biden. Soy un candidato demócrata para el Senado de los Estados Unidos. Mírenme. Si les gusta lo que ven, ayúdenme».

En este contexto, el demócrata aventaja a Trump por un margen escueto en Iowa y Carolina del Norte, según RealClearPolitics, pero lidera por ventajas más sustanciales en Florida y Pensilvania, con 3,7 puntos porcentuales y 7,1, respectivamente. Más de 10 millones de estadounidenses, un récord, ya votaron para las elecciones del 3 de noviembre, por correo o por voto anticipado.