junio 11, 2024

El Premio Nobel de Física de este año está relacionado con «los secretos más oscuros del universo».

La Real Academia de las Ciencias de Suecia anunció este martes que los merecedores del galardón son el británico Roger Penrose, el alemán Reinhard Genzel y la estadounidense Andrea Ghez por sus hallazgos sobre los agujeros negros.

A Penrose le corresponde la mitad del premio por el hallazgo de que la formación de agujeros negros es una consecuencia directa de la teoría general de la relatividad de Albert Einstein.

La otra mitad del galardón es compartida por Genzel y Ghez «por el descubrimiento de un objeto supermasivo en el centro de nuestra galaxia», la Vía Láctea.

Un gran avance más allá de Einstein

Los agujeros negros son áreas del espacio donde la gravedad es tan fuerte que ni siquiera la luz puede escapar de ella.

«La historia de los agujeros negros se remonta a finales del siglo XVIII. Luego, a través de la teoría de la relatividad de Einstein, tuvimos las herramientas para describir estos objetos de verdad», dijo Ulf Danielsson, miembro del Comité Nobel.

Pero las matemáticas de estos objetos eran increíblemente complicadas de entender, y muchos investigadores creían que no eran más que artefactos matemáticos que existían solo en papel. Los investigadores tardaron varias décadas en darse cuenta de que podían existir en el mundo real.

De hecho, ni siquiera Einstein pensaba que los agujeros negros podrían existir realmente.

Sin embargo, 10 años después de la muerte de Einstein, el teórico británico Roger Penrose demostró que su existencia y describió sus propiedades.

«Eso es lo que hizo Roger Penrose», agregó Danielsson. «Entendió las matemáticas, introdujo nuevas herramientas y luego pudo demostrar que se trata de un proceso que naturalmente se puede esperar que suceda: que una estrella colapse y se convierte en un agujero negro».

Penrose, dijo, «sentó las bases teóricas para decir: estos objetos existen. Puedes esperar encontrarlos si sales a buscarlos».

Los agujeros negros dirigen los movimientos de las estrellas

Usando como guía las órbitas de las estrellas, Genzel y Ghez llegaron a la evidencia más convincente hasta el momento de la existencia de un agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea.

Recreación de un agujero negro.
Pie de foto,El agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea es conocido como Sagitario A* (Sgr A*).

Aunque no podemos ver el agujero negro, es posible establecer sus propiedades observando cómo su colosal gravedad dirige los movimientos de las estrellas circundantes.

Descubrieron que este enorme objeto, conocido como Sagitario A* (Sgr A*), hace que las estrellas que lo orbitan se muevan a velocidades asombrosas.

Genzel y Ghez utilizaron los telescopios más grandes del mundo para observar a través de las enormes nubes de gas interestelar el centro de la Vía Láctea.

Premios Nobel
Pie de foto,Roger Penrose, Reinhard Genzel, y Andrea Ghez.

Semana de premios

La semana de los Premios Nobel inició este lunes con el de Medicina, que este año recayó en los investigadores Michael HoughtonHarvey J. Alter y Charles M. Rice por el descubrimiento del virus de la hepatitis C.

El miércoles será el turno del de Química, el jueves Literatura, el viernes el de la Paz y el próximo lunes el de Economía.

La totalidad de los galardones se entrega el 10 de diciembre, aniversario de la muerte del fundador, Alfred Nobel, en actos paralelos en Estocolmo, para los científicos, de Literatura y Economía, mientras que el de la Paz se celebra en Oslo.